La ciudad de Ciego de Ávila, situada a 460 kilómetros al este de La Habana y a 110 kilómetros al oeste de Camagüey, se ha convertido en una especie de histórico punto intermedio en el camino. En el siglo XIX los viajeros la utilizaron para pasar la noche antes de seguir sus viajes hacia las islas de Trinidad y Santo Domingo. Un lugar interesante a ser visitado es el Parque Martí y a algunas cuadras de este el Teatro Principal, un teatro de 500 asientos cuyo estado actual exige se le realicen más trabajos de restauración. Fue construido por la rica dama de sociedad Ángela Hernández Viuda de Jiménez, quien luchó para crear una meca cultural en su cuidad natal.
El Museo Provincial en la calle José Antonio Echevarría merece ser visitado si le interesa el papel que desempeñó la zona en la lucha para derrocar a Batista, mientras el Centro Provincial de Arte construido en la calle Independencia quizás atraiga a muchos. La Casa de la Trova en la calle Libertad No. 130 ofrece ocasionalmente la posibilidad de pasar una divertida noche. El tráfico en la cuidad está dominado en gran parte por los coches tirados a caballo y el viaje más largo puede costar solamente unos pocos pesos en una carreta.
La ciudad fue construida con un estricto sistema cuadriculado centrado en el Parque Martí y existen pocos edificios que resalten. El lugar de encuentros más popular es la Casa del Agua que sirve gratis vasos de agua mineral local así como refrescos y jugos de frutas.